Normalmente nos dedicamos a hacer la cobertura de las carreras con un post dedicado a los corredores que tienen más posibilidades de un podio, luego vamos a la carrera y nos preocupamos de los primeros hombres y mujeres que pasan por los puntos de control y abastecimiento, finalmente hacemos un resumen de lo ocurrido y elegimos unas cuantas fotografías de lo que fue “el día de carrera”. Ésta vez no hicimos eso. Quisimos vivir la carrera desde afuera.
Hace mucho tiempo que tenía la inquietud de juntar a un grupo de voluntarios y armar un puesto de abastecimiento en una carrera. Normalmente la gente se complica con cosas como éstas, así que seguí pensando como iniciar una suerte “equipos de apoyo” y llegué a la idea de simplemente armar un grupo de gente que fuera a apoyar, dar ánimo. La fecha del Trail Nocturno en Aguas de Ramón era una excusa perfecta para iniciar ésta idea. Hablé con Pablo Garrido, Director de Carrera, que le gustó la idea y lo único que quedaba era invitar a la gente para que fuera a apoyar. La invitación fue abierta por facebook y de a poco comenzar a llegar los correos para unirse al grupo de motivados para ir a apoyar. La idea era muy sencilla, cada corredor que quisiera ir a apoyar debía llevar algo con qué hacer ruido, algo de comida y líquido para los corredores (aunque no era obligación); nos reuniríamos a las 18:00 del día sábado para comenzar con la caminata al sector de Los Peumos.
[…] se trata de disfrutar la montaña de una manera distinta y de crear un sano ambiente de convivencia entre todos los corredores.
Finalmente subimos 3 amigos y estando arriba llegó un cuarto, Luis Valle. 19:45 comenzaron a pasar los primeros corredores, algo nerviosos dejamos unas botellas con agua, papas fritas y unas gomitas en una piedra, por si algún corredor necesitaba cargar botellas o comer algo (nadie sacó nada, jajaja!). Vemos pasar a Boris Orrego y comenzamos a gritar para apoyarlo, José Tomás con su guitarra, yo con mi Darbuka y todos gritando cada cosa que se nos ocurriera para animarlos – Es raro estar del otro lado, pero se siente bien -. Unos varios metros más atrás comienzan a aparecer más corredores, gritamos durante harto rato y ya perdíamos la voz, aunque no importaba, parecíamos de 8 años.
La experiencia de apoyar a los demás corredores se transformó en una excusa para compartir y disfrutar de lo simple. Terminamos comiendo las gomitas y las papas fritas, mientras esperabamos que pasaran los corredores. Ya estabamos esperando a los primeros corredores de 17K a unos 2K (o algo más) de la meta, mientras pasaban corredores de 7K y 12K que motivábamos con uno que otro grito. En éstos momentos Felipe Duarte ya se había unido a nosotros después de retirarse por un dolor de espalda, Luis Valle ya se había ido a meta para esperar a sus amigos.
La experiencia es enriquecedora, motiva a nosotros (quienes no corríamos) y motiva a quienes vienen corriendo. Lamentamos si a algún corredor le molestó el ruido del Darbuka o que unos locos estuvieran con una guitarra gritando para dar ánimo, pero nuestro espíritu siempre fue apoyar a los corredores aunque no estuviéramos corriendo. Queremos que más gente se una y cree sus propios grupos de apoyo y ojalá que en el corto plazo los clubes puedan hacer sus grupo de apoyo a los corredores. Finalmente se trata de disfrutar la montaña de una manera distinta y por otro lado crear un sano ambiente de convivencia entre todos los corredores.
Gracias, ahora entiendo quienes eran, me parece muy buena idea cuenten conmigo para la prox.