Salming Chile nos entregó unas Salming Elements y para ser sinceros hasta dos o tres semanas antes de tenerlas en mis manos no conocía nada de esta marca de zapatillas. En un par de entrenamientos se las vi a una amiga, y no me llamaban la atención por sobre otras marcas más conocidas.

El día que pude tener las Salming Elements conmigo la primera impresión fue más que positiva, no tenía recuerdo de haber tomado una zapatilla tan liviana en el último tiempo. Además, a esto hay que sumarle que su suela está compuesta por 45 calugas que más bien parecen dientes, o sea, a simple vista era una zapatilla para terrenos en los que hay que moverse rápido pero donde se requiere de buen agarre. Por esto la idea desde un principio era meterles kilómetros a las zapatillas hasta sentirlas cómodas y que el gran día de prueba fueran los 50k del Endurance Challenge 2016.

Si no vieron las fotos de antes de meterles kilómetros les recomiendo revisarlas ACA , antes de entrar a los detalles técnicos de cómo se comportaron las Salming Elements en todo lo que fue el mes previo al Endurance Challenge y un par de semanas después hasta sumar cerca de 200 kilómetros y analizarlas.

Análisis técnico

Primeras impresiones

Como comenté antes las primeras impresiones fueron solo buenas sensaciones: zapatillas livianas y con buen agarre, tal vez un poco bajas; pero de nada sirve opinar sin probarlas como se debe, en el cerro.

Suela

Uno de los puntos fuertes de las Salming Elements es su agarre y la resistencia de su suela, si bien las primeras semanas creí que podía romper rápido la suela y por más que las metí a acarreos o bajadas con piedras sueltas, esto no ocurrió – como se puede ver en las imágenes. A la fecha aún conservo todos toperoles en cada zapatilla, característica no tan común en algunas marcas y modelos.

Puntera

Si bien la puntera de estas zapatillas no tiene ninguna gran protección adicional para quienes andamos pateando piedras al correr, esta en perfectas condiciones y recién al llegar a los 200 kilómetros de uso se comenzó a despegar levemente la unión de la puntera con la suela.

Cordones y amarre

Desde el primer momento los cordones me llamaron la atención debido a que el sistema de amarre no es con un clásico cordón, si no mas bien con una especie de cordín que permite tirar con fuerza y hacer que el “exo skeleton” (franjas negras del costado) agarre firmemente el pie. El cordín o cordón queda firmemente agarrado de los ojales, y es fácil hacer un buen nudo que no se desate. En los mas de 200 kilómetros podría enumerar con los dedos de la mano las veces que tuve que parar a ajustar o volver a amarrar los cordones.

Resistencia del material exterior

Las Salming elements se caracterizan por estar rodeadas por una fina malla de nylon totalmente resistente, al punto que con 200 kilómetros todavía no encontramos donde se rompa o gaste esta malla. La malla de nylon ademas permite tener una buena ventilación, y cuando se mojan las zapatillas el agua escurre rápidamente y al poco tiempo están secas.

Análisis en carrera

Estas zapatillas fueron probadas en los 50k del Endurance Challenge 2016, una carrera que tiene bajadas técnicas pero que por largos tramos permite correr estrujando las piernas. Las sensaciones de ese día son mas que positivas en las casi 6 horas que estuve corriendo con ellas, nunca sentí que me molestaran o incomodaran, y de ampollas ni hablar.

Solo tengo alabanzas para el agarre de la suela en las bajadas técnicas, lo rápido que se secaron después de cruzar el rió y en general lo cómodas que las sentí. Es más, si hoy tuviera que volver a elegir unas zapatillas para correr esa carrera a ojos cerrados elegiría éstas.

Aspectos generales

En términos generales las Salming Elements son unas zapatillas que en el cerro se llevan una buena nota, y las recomiendo. Pero si alguien tiene pensado mezclas cerro y calle, tipo Cerro San Cristóbal no es tan buena idea, las calugas no se sienten cómodas al correr sobre asfalto.

Respecto de la durabilidad, al parecer tengo zapatillas para rato porque no presentan indicios de querer romperse o gastarse excesivamente, y las calugas que son una de sus mayores virtudes están casi intactas.

Galería de fotos antes y después