El día Sábado 20 de diciembre tipo 03:50Am nos encontrábamos en la línea de largada de lo que seria una carrera muy desafiante; altura, recorrido, desnivel y condiciones climáticas. A las 04:00Am partimos a un ritmo bastante fuerte considerando la altura y la distancia de la prueba. Karl partió como un cohete, como que el mundo se iba a acabar, después íbamos el Pepa y yo, atrás el resto del grupo con algunos corredores escapados que se veían a la distancia.
Intenté seguir el ritmo al Pepa, pero después de un rato lo deje ir – era muy temprano y ese ritmo me estaba castigando – en ese momento necesitaba entrar en calor aun. Llegamos al primer control en la zona de tres puntas y hasta aquí todo parecía un poco surreal por la altura, el ritmo de carrera y la oscuridad.
El francés me pasó pero no logro acordarme cuando fue. Ya pasado piedra numerada empecé a encontrar un ritmo mas adecuado y rápido, logre pasar al francés de nuevo y retomar la tercera posición, mientras a lo lejos veía al Pepa. Llegue muy contento al camp de federación a 4100msnm. Ahí hicieron todos los chequeos correspondientes y durante la espera de 10 minutos aproveché de cambiarme de ropa, comer , y mentalizarme para lo que se venía. Todos me decían: “Sermini va cerca, seguro lo pillas”. En mi mente estaba claro que quería marcar la meta volante en tercera posición y así al menos hacerme de esa medalla. Salí rápido de federación con la idea que tal vez podría pillar al Pepa; al pasar por la hoya a 4200mts veo a Karl quien muy amablemente me pregunto si necesitaba algo y prácticamente me dio un abrazo, lo cual me llamo la atención ya que eso no se ve muy seguido en una carrera y menos sin conocerlo. Seguí subiendo a un ritmo bastante fuerte, el Francés me venía respirando muy cerca a uno 300mts. Ya cerca de Agostini, a 4600mts, veo al Pepa bajando, nos saludamos y nos dimos las manos. Ya podía ver que había acortado bastante la distancia, apreto más ya que tenía que cumplir con mi cometido y llegar tercero a la meta volante del Refugio de Agostini, para poder ser el duque del plomo. El viento aquí ya estaba muy fuerte, las ráfagas de 100km/h me votaron un par de veces; de hecho era difícil respirar a ratos. La hostilidad de la montaña se hacia sentir, es por eso que la organización corto la carrera en este punto. La verdad es que aquí mi esfuerzo por llegar tercero me paso un poco la cuenta, me comí un gel y comencé a bajar bastante lento ya que una rodilla me comenzó a molestar, así veía como el francés desaparecía en frente mío y yo no podía hacer nada al respecto. Ya se veía mas gente comenzando a subir y en eso me tope con la Rosita Rojas que venia a un excelente ritmo y ya tenia la carrera dominada.
Llegue nuevamente a Federación, me cambié de ropa nuevamente lo más rápido posible, aproveche de comer e hidratar. La subida que venia de Federación al filo del Leonera es bastante demoledora psicológicamente, desde la mitad de la subida podía ver al quinto corredor llegando a Federación, lo cual me hizo colocarle patitas a la cosa. Iba bastante presionado ya que no sabía que tan rápido venía el 5 lugar. Ya llegando al portezuelo entre el Cerro Pintor y Cerro Parva me tope con Max Keith el cual me salvo con porque mi camelback venía congeladísimo, aquí aun hacia bastante frío y el viento hacia de las suyas. Apuré bastante el paso hasta la meta del Km 30 (?). Llegar a la meta creo que es la parte mas dura de la carrera en la cual ves a tus amigos y haces una transición para salir y correr los últimos 15km. Felipe Cancino me tenía todo listo para cambiarme y hacer mi transición lo más rápida posible, Karina Palomino también me ayudo harto en este que hacer. Además todos me indicaban que el Francés iba delante mío por 15 minutos así es que salí bien motivado con lo mínimo posible a la caza del Francés. Psicológicamente creo que fueron los 15 km mas duros, me vino un bajón de energía bien grande y cada plano en subida era difícil correrlo, la subida era bastante mas agradable pero el cansancio ya se sentía. Venía muy perturbado mentalmente ya que sabía que el quinto estaba a no más de 15 min atrás. Lo único que quedaba era defender mi posición y moverme lo más rápido posible. Al francés nunca más lo vi.
Llegue a tres puntas aquí me comí un plátano y de la nada me volvió la energía y comencé a correr como si me hubieran reseteado el cuerpo, ya me quedaba lo ultimo y tenia mucha energía, la neblina entro muy fuerte y no se veía casi nada, pero estaba muy bien señalizado así es que era muy difícil perder la ruta. En esta ultima parte realmente le puse todo lo que me quedaba y más. Disfrute mucho ya que estaba bastante místico con la neblina, las condiciones hostiles le dan un valor agregado a la montaña, el cual me encanta.
Con una sonrisa de oreja a oreja cruzaba la meta en cuarta posición general, con la positiva sensación de haberlo dado todo y más.
Agradecer a la gente que me apoyo durante la carrera físicamente, Felipe Cancino, Karina Palominos, Matías Bull, Max Keith, Rosita Rojas.
También a la gente que apoya moralmente Mi Madre Mónica Arias (auspiciador de la vida), Trail Chile y muchos mas. A la Viví Saez y KR2 Por los duros entrenamientos que rindieron frutos. Mammut Chile, Salice Chile y Andes Gear por el auspicio y Apoyo incondicional.
Mammut Andes Infernal Literalmente una carrera muy hostil. Grande Marcelo Rojas por la iniciativa de esta carrera y a todos lo que trabajan contigo, gracias totales.
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