¿Por qué voy a las carreras?

¿Por qué voy a una carrera? Porque me encanta ponerme a prueba con otros realizando una actividad específica, en este caso: correr por los cerros. La competitividad es algo inherente al ser humano y aunque últimamente se le pueda haber atribuido una connotación negativa a esta acción (lo de ser demasiado competitivo en todo sentido), me parece  que es algo totalmente natural querer medirse con el resto y así poner a prueba nuestros límites, aspirando a ser lo mejor que podemos en el camino.

Si bien, el proceso de llegar en “óptimas” condiciones a un desafío es lo que realmente disfruto en el día a día (entiéndase salir a correr al cerro seguido), el acto de competir en sí, me complementa profundamente. Me parece imposible negar el aspecto egocéntrico que trae consigo el acto de competir. Querer ser mejor y trabajar para ello es una forma de afrontar la vida y mientras esto se haga dentro de los ‘cánones admitidos’ creo que finalmente me potencia como ser humano y me hace vivir con mayor plenitud. Pero no quiero hablar de los aspectos sicológicos por los cuales hago esto, si no que quiero hablar de las carreras en sí.

Creo que hoy en día, existen cosas que en mi caso, no contribuyen a que yo tenga una mejor experiencia a la hora de ponerme en la línea de largada. Para partir; la típica polera, que honestamente, salvo contadas ocasiones, son de pésima calidad y casi siempre terminan olvidadas al fondo de un cajón o siendo regaladas. Por lo que he visto, la mayoría de las personas que vamos a las carreras tenemos equipo de sobra como para que aparte, nos estén entregando un kit de competencia, que si no fuera por las veces que nos obligan a usarla, casi nunca logran su cometido.

Por otra parte, si bien valoro los beneficios tecnológicos que existen hoy en día, considero que si una carrera  tiene chip, no va a ser ni mejor ni peor que una que no lo tenga. En mi caso, no voy a elegir  una carrera porque voy a poder ver mi tiempo después en el computador…para eso tengo un reloj con cronometro y me preocupo de prenderlo y apagarlo cuando corresponde. Definitivamente es un plus contar con ese tipo de gadgets, pero por otra parte, no siento que sea un elemento indispensable a la hora de medir una carrera, menos cuando el costo de usar este tipo de tecnología se traspasa al costo de mi inscripción (que por lo demás, parece subir harto más rápido que la inflación).

Tocando un aspecto ‘menos superficial’ de los eventos, realmente no me gusta cuando las carreras están diseñadas para cumplir una cierta distancia determinada; para eso está la calle y los 42.195 metros que  tiene que medir un maratón. En los cerros, lo que me interesa es seguir una línea natural que me ponga a prueba con el terreno y sus adversidades, más que con un número determinado de kilómetros. Realmente importa que la carrera tenga 40 kilómetros y no 42? Realmente voy a sentir que corrí un ultra si la distancia total fue superior a los 42kms aunque solo sean 5kms más? Creo que a la hora de hacer un trazado, se nota cuando la gente de la organización conoce el sector y ha hecho un circuito con un ‘flujo natural’. Más de alguna vez he tenido que sufrir con largos rellenos para completar la distancia estipulada, haciendo que la experiencia de competir ahí se sienta más ‘plástica y estructurada’ de lo que desearía. Una de las cosas que más valoro de correr en cerro es la libertad que esto me otorga y pocas veces he visto esto reflejado en el recorrido de una carrera. Dicho lo anterior, también me encantan las tradiciones. Tradiciones que por lo demás, en nuestro país casi no existen. Me gusta que existan distancias por default de 42k, 50k, 80k, 100k y 100m y creo que estas son un buen parámetro de referencia para ‘venderlos’ al público.  Ahora, si la carrera en  realidad tiene unos metros más o unos metros menos, no me importa, pero si la diferencia en la ruta son ‘sustanciales’, definitivamente prefiero que me lo digan. El cerro entrega demasiadas sorpresas como para querer más, en ese sentido prefiero la verdad ante todo.

Otra de las cosas que me gustan de las carreras es el aspecto social de ellas. Si bien acá en Chile todos parecen pertenecer a un team o asociación de algún tipo, para mí las carreras representan el contexto ideal para que mis intereses personales se mezclen con los de otros. Y con el aspecto social me refiero también a algo que va un poco más allá de la obvia interacción entre corredores y esto es,  la gran diferencia que marca tener voluntarios ‘comprometidos’ en los puntos de abastecimientos. Una persona que practique el deporte, o que al menos tenga cierto nivel de entusiasmo por este, tiene un valor intangible para una carrera. Hay un mundo de diferencia entre el voluntario que no tiene idea en que kilometro del recorrido está y lo único que quiere es que el último se apure versus el que te recibe como si fueras de su familia y te atiende cómo si fueras un rey. Creo que sería bueno traspasar las responsabilidades de los abastecimientos a los clubes y que cada uno de ellos se encarguen de un puesto determinado dentro de la carrera. A todos parece encantarle el trail en estos días y creo que una puerta de entrada natural al deporte, (antes que llegar y lanzarse de cabeza al cerro) sería que estos vivan una carrera “desde adentro” sin la necesidad de correrla.

Por último, algo que nunca he entendido muy bien; la gran importancia de los ‘age-groups’ en nuestro país, de verdad, ni que esto fuera  triatlón. Entiendo lo de querer medirse con sus pares directos (en relación a la edad) y que –quizás- esta sea una buena herramienta para esto, pero finalmente me parece que aquellos que van a una carrera con la ilusión de alcanzar algún lugar de avanzada, deberían estar preocupados de ganarles a todo el resto, independiente de su edad, condición y por supuesto genero y por otro lado, los que van con la idea de ‘lo importante es participar’ (lo cual está perfecto) no entiendo porque obsesionarse con conseguir un lugar en la categoría. Si uno quiere ser bueno en esto creo que las ‘categorías’ de edad se han convertido en una escusa para subirse al pódium y obtener un premio que probablemente ni siquiera usará. Si queremos empezar a fomentar la competitiva sana, creo que funcionaría bien tener el parámetro de medirse con los mejores y punto. Para ser el mejor, hay que ganarle a los mejores, ¿tiene sentido esto?. Por otra parte, para el resto de la mayoría que no va a competir en la punta, pero aun así tiene aspiraciones competitivas con sus pares, una simple medición debiera bastar y sobrar, o de verdad necesitas una medalla (aparte de la de finisher) que corrobore esto también? Yo estoy de acuerdo con fomentar la rivalidad y competencia sana y por lo mismo, creo que con una categoría ‘general’ y Master debiera bastar. Finalmente me da la impresión de que cuando uno va a una carrera, la gran mayoría ya tiene identificados a ‘sus pares’ (y con esto no me refiero a edad solamente) por lo tanto, no siento que haya que crear una categoría para medirse contra ellos. Todos suelen hablar de la gran atmosfera de “buena onda” que se suele vivir en las carreras (lo cual es cierto) por lo tanto, creo que eso se contradice con la manía que existe por ver si uno alcanzo el podim en una determinada categoría.

Me gustaría pensar que las carreras que se han desarrollado los últimos años (sobre todo las “más locales”) están sentando las bases de lo que será nuestro deporte en los próximos años y me gustaría poder decir que yo fui participe de una de sus primeras ediciones. Creo que es importante empezar a crear tradiciones y mantenerlas, para que luego, en un par de años más, podamos mirar hacia el pasado para ver cómo partió todo esto. Hoy en día tenemos la oportunidad de elegir que carrera apoyamos (compitiendo en ellas), lo cual no es un herramienta menor para la formación de nuestra disciplina, por lo tanto, de nosotros depende hacia donde queremos que vaya esto. Me gustaría ser parte de carreras con una  identidad especial, algo que nos diferencie del resto de la escena en el mundo y para eso, no necesitamos más cosas dentro del kit de competencia; necesitamos originalidad.

Todas las opiniones acá vertidas son de mi exclusiva responsabilidad y con esto, no pienso imponer ni declarar nada, sencillamente dar a conocer lo que YO considero que está bien y/o mal…siendo esto completamente subjetivo, obvio.

7 Comments

  1. great thoughts. has resumido bien los puntos de que hemos conversado muchas veces y entre varios corredores. gracias por destacar todo esto!

  2. Excelente!!!!
    Comparto el pensamiento Max, uno quisiera que muchas veces esto se replicara, hay mucho tema respecto a las carreras y su producción, la polera, el chip, las categorías, etc; lamentablemente se ha impuesto un estándar que en ocasiones tampoco se condicen con que el evento sea bueno, sin embargo hay personas que valoran mucho más una polera, una medalla de finisher, versus otras características mas relevantes, y eso lo comento porque he estado en las 2 caras, y muchos me escriben para saber si entregamos ese tipo de cosas en nuestros eventos para este año.
    Por otro lado las marcas empujan para insertar sus productos en cada carrera que están presente y eso finalmente se entiende porque cabe en el modelo de negocio que deben mantener, y porque así funciona, estar versus no estar, marca la diferencia, es cierto, hay muchas otras opciones y pecamos de falta de originalidad, pero creo que hay un grupo importante de otros corredores que también se fija en otros detalles que le dan valor a cada evento u actividad, esa tendencia y ese espíritu debiese imperar con los años para tener eventos que queden en la retina y en la memoria de las personas no por cuanto te dieron en el kit, sino por todo lo que viviste en el.
    Un abrazo Max, sigue así viejo!!!
    Pablo.

    1. Gracias por los comentarios Pablo ! Cómo hablamos en el Columbia, nos queda harto por hacer así que hay que ponerle ganas nomás.
      Un Abrazo.

  3. Bien Max me gustó tu post ¿porqué es el último?
    Las poleras están tan llenas de logos que diluyen el orgullo de haberla ganado.
    El uso del chip debe quedar relegado sólo a aquellas carreras donde no es posible realizar el control manual.
    Solo en una cosa no estoy de acuerdo, creo que las categorías si tienen un gran valor. Los corredores más “antiguos” están en desventaja física respecto a los más jóvenes. Existe una formula matemática por ahí dando vueltas que corrige esto. Se puede dar el caso en que el desempeño de un corredor senior, corregido por dicha fórmula lo podría dejar en el podio sobre el ganador de la general. En Andes Infernal consideramos de justicia tener categorías cada 5 años, este año me temo tendremos que usar chip y no entregamos poleras “sucias”, si quieres tenerla, la compras, así no grabamos innecesariamente el precio. Tampoco entregamos puntos para carreras de renombre, preferimos apoyar el circuito latinoamericano. Queremos ser distintos, aunque no es una tarea fácil. Post como estos ayudan mucho.

  4. Desde mi experiencia ,el día que deje de pensar en la competitividad y que el objetivo fuese ganarle a los demas fue cuando comenze a disfrutar el Trailrunning…. que de paso por lo mismo me llevo a mejorar mi rendimiento y resultados.
    Recomiendo poner como prioridad vivir el Trailrunning, en familia y amigos, siempre dando lo mejor de uno, pero sin que te coma la competitividad y la necesidad de ser mejor que tus pares… hay otros valores que de verdad hacen mejorar la vivencia del cerro. Saludos.

  5. Siendo yo un corredor con poca experiencia en Trail, encuentro muy buena tu visión de la disciplina. Hay aspectos, como la competitividad, que uno aprende a manejar en la vida, y que llevados al running y el cerro deberían potenciarnos y ayudarnos a mejorar en él, siempre en forma sana, partiendo por llegar a la meta y felicitar a alguien que nos haya desafiado y adelantado en algún tramo del circuito. He pasado por esto y se nota cuando alguien ama lo que hace y aprecia el ambiente que se crea en conjunto con los demas corredores.

    Saludos.

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