Maxi-Race, Campeonato del Mundo, corredores de muy buen nivel en un mismo recorrido; una competencia brutal, esas eran algunas de las cosas que se esperaban para este fin de semana en Annecy.
Personalmente Maxi-Race me parecía una carrera imperdible, a menos de 2 hrs de Lyon, donde estoy viviendo, con un recorrido de mucho desnivel y donde seguramente habría buena competencia. Se ajustaba perfecto para la preparación de Lavaredo Ultra Trail en Junio, mi objetivo principal de la primera mitad de este 2015. LUT tiene cerca de 5.700 D+ en 119 Kms por lo que poder hacer una carrera como Maxi-Race con 5.300 D+ en 85 Kms me parecía una forma perfecta de terminar la parte más fuerte del entrenamiento.
Todo lo que envolvió Maxi-Race para mi fue sencillamente perfecto, llegar a Annecy para encontrarme con viejos amigos, como Mauri Pagliacci, creador de la web Trail Running Argentina, y el gran Ropo Lizama, que colabora para la misma web. Todo el mundo respirando este deporte en la ciudad, vibrando con sus dorsales y compartiendo experiencias, es todo lo que a mi parecer realmente tiene valor.
Mi preparación no fue especifica pues esta carrera es parte de un ciclo para Lavaredo Ultra Trail, esto implica que el descanso no fue de lo mejor y tampoco habia que dejarlo todo en la carrera.
El sábado a las 3:30 am estaba listo para correr; haciendo “auto-stop”, logre encontrar a alguien que me llevara a la línea de partida desde el apartamento donde Pagliacci y Ropo me alojaron, sin mucho preambulo a las 5:00am estaba partiendo con cerca de 300 corredores delante de mí, y unos 1.700 detrás. Obviamente como buenos franceses el ritmo del principio era absurdo e insostenible, yo tenia que cumplir mis Laps y terminar la carrera bajo las 10 hrs. Todo lo demás era extra.
La primera subida totalmente corrible con un desnivel que no era despreciable, nos movimos con la luz del amanecer por los primeros 18 kms con 1.500 D+ hasta llegar a la cumbre de Mont Semnoz. No partí fresco de piernas y me tomó cerca de una hora entrar en ritmo de carrera debido a algunas molestias de estómago, por lo que no quería apretar nada en el principio. La cacería era brutal, todos tratando de encontrar su lugar sin dar tregua, pasándose unos a otros en un single track donde las respiraciones agitadas de todos los corredores creaban una atmósfera de película. Al salir del bosque y comenzar la trepada final hacia la primera cumbre del día el ánimo de la gente se comenzaba a sentir al encontrarse con cerca de 30 personas en la cumbre de Mont Semnoz, todos alentando y motivando para enfrentar la bajada. Aquí por primera vez noté algo que ocurriría durante toda la carrera, las personas te llaman por tu posición, es decir si vas 15 (Como era mi caso) te llaman “quinzième”, por lo que regularmente sabes en qué clasificación vas.
De aquí en adelante la clave era mantener el ritmo y seguir disfrutando hasta la mitad de carrera, mi primer objetivo mental, este tramo era de mucho bosque lo que ayudaba a mantener la temperatura agradable en el sendero. Físicamente me sentí muy bien en este tramo, trotando sin apretar y corriendo las bajadas con mucha confianza, si bien no tenía las piernas frescas desde el principio del día, pude disfrutar bastante la primera mitad de la ruta, claro que nunca estás solo en una carrera donde parten 70 corredores categorizados como “Élite” por lo que era imposible relajarse.
Luego de unos 3 kms de pavimento muy rápidos que compartí con un corredor de TNF Francia, llegamos al abastecimiento del km 45, que a mi parecer es donde comenzaba la carrera, aquí pude bromear con Mauri Pagliacci quien aprovechó también de hacer un video corto de mi paso por el abastecimiento, luego, con toda la energía que pueden entregar 100 personas alentando en la salida del abastecimiento me preparé para enfrentar la segunda mitad.
Puedes ver el video aquí
En no más de 5 minutos tengo mi primer “bajón”, si bien no me parecía tan grave, las molestias en el estómago se incrementaron en esta parte de la carrera y tuve que meter mucha cabeza para los kilómetros que tenía por delante. El calor ya estaba sintiéndose; no se como me mantuve constante en mi Power Hiking y logre tocar el Pas de l’aulps en tercera posición, este punto era probablemente el mejor de la ruta; el lugar más alejado de todo en el recorrido donde la última trepada de unos 300 metros era por un filo alucinante. Llegabas a un roquerío con unas 15 personas dando ánimo mientras tenías que trepar con cuerdas los últimos 25 metros, una vez que te parabas arriba deseabas quedarte y disfrutar el paisaje porque realmente valía la pena todo el trabajo para llegar a éste lugar. La suma resulta en un golpe de ánimo que intente aprovechar durante una de las bajadas más cómodas que he podido hacer hasta ahora.
Siempre me ha gustado partir de menos a más en las carreras y en este caso esta estrategia estaba funcionando de maravilla. Ir alcanzando a corredores de la copa del mundo que partieron 1h30min antes que la Maxi-Race era siempre motivante y me ayudó a mantener el ritmo aunque mientras más avanzada la carrera, se hacía más difícil dar caza a los corredores del mundial, cada vez más cerca de los mejores.
Luego del Km 71 donde estaba el último abastecimiento, repleto de gente animando a sus teams y en general a cada corredor, lo que quedaba parecía poco pero era, creo, lo más duro de toda el día, una subida de casi 1000 D+ en 9km y la última bajada con el mismo desnivel negativo pero en menos de 6 kms. Si bien me sentía muy fuerte subiendo, ya en el km 79 estaba a punto de un espectacular vómito, Traté de mantenerme constante pero no fue fácil, en los últimos 100 metros de subida donde vuelves a escalar un par de rocas que requieren hasta los dientes, apareció Jonathan Thery, un corredor francés y perdí el 3er puesto, que si bien no me preocupa demasiado, siempre es rico entrar en un podio.
Luego de movernos por un par de kilómetros en el filo de Mont Baron y compartir el ánimo de la gente que cuando ven que vas dentro de los primeros de la Maxi-Race, literalmente explotan de alegría y te entregan una dosis de ánimo que despierta a cualquiera, había que enfrentar la bajada de 5 kms, con un zig-zag trabado de mucha roca y raíces, que parecían imposibles en algunos tramos, con los cuádriceps literalmente en la mano, mantener el ritmo no era fácil pero aun así pude correr la bajada en su totalidad. Ya se sentía la cercanía de la meta por lo que la motivación aumentaba metro a metro. Esta bajada te dejaba en una playa llena de gente disfrutando ver a los corredores llegar y animando el último kilómetro hasta la meta bordeando el lago de Annecy, al que a esta altura ya le tenia mas que cariño pues fue es el protagonista de toda la ruta. Con todo el ánimo recibido es fácil sentirse el ganador de la prueba!
Si bien la carrera se puede correr en gran parte, no es algo que yo denominaría fácil, la ruta es intuitiva y no hay nada forzado, es solo darle la vuelta al lago por la montaña, lo que hace muy fácil seguir el recorrido y sentirse cómodo haciéndolo.
La llegada a la meta con mi familia y amigos esperando fue todo lo necesario para cerrar un gran dia afuera. Obviamente contento con todo el trabajo que hemos venido haciendo con Vicente Úbeda y los resultados que ha dado, agradecido por el apoyo de mi familia, amigos y colegas en este deporte que con sus palabras de apoyo y buenas energías hacen que las horas en la montaña tengan más sentido. Gracias a MedPro Clínica por estar presente siempre aunque sea a la distancia, a Cerveza Tropera y The North Face Chile por confiar en mí como embajador.
Por mi lado destaco el tremendo “Espíritu” que hay en este país respecto al deporte y a la montaña, un ambiente que te hace sentir en tu casa, porque todo el mundo está en la misma página.
Nota del editor
Moisés terminó Maxi – Race en un tiempo de 9:53:28 logrando el objetivo que tenía en mente de terminar dentro de las 10 horas. Los resultados completos y tiempos parciales los pueden revisar en: http://www.livetrail.net/histo/maxirace2015/coureur.php?rech=10126
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