Jaime Hume junto a Marcelo Rojas fueron en busca del record de ascenso y descenso a El Plomo y lo lograron. A continuación el relato de Jaime Hume y como fue enfrentar este desafío que no estuvo exento de contratiempos. No dejes de leer este relato.

Skyrunnig El Plomo 2012 cumplido

A repetir la hazaña del pionero, Víctor Torreblanca uno de los otrora “corredores de los cielos” e intentar mejorar su tiempo de 16:48.00 logrado y documentado el año 2000.

El sábado 29 de diciembre del 2012, Marcelo Rojas (44 años) y Jaime Hume (52 años) amigos, experimentados ultra maratonistas e integrantes de los otrora “corredores de los cielos” lograron cumplir un gran desafío, un gran sueño y de paso llevar el Trail Running a lo más alto, llevarlo a los cielos.

Los objetivos del desafío

Primero: Subir el Plomo contra reloj en el día, siguiendo la ruta establecida
Segundo: Mejorar el tiempo del pionero Víctor Torreblanca
Tercero: Acostumbrados a competir entre ellos, hacer una gran carrera

La ruta de ida
• Bike Park-Portezuelo Franciscano-Cancha de Carreras-Filo del Leonera-Refugio Federación-La Hoya-Refugio Agostini-La Pirca-Cumbre
La ruta de regreso
• Cumbre- La Hoya-Piedra Numerada-Portezuelo Franciscano-Bike Park

Los resultados del desafío

1º Marcelo Rojas : 13:30:00  29 de diciembre de 2012 (Nuevo Record)
2º Jaime Hume : 14:57:00 29 de diciembre de 2012
3º Víctor Torreblanca : 16:48:00 año 2000

Observación: A los tiempos cronometrados habría que considerar disminuirlos en un hora, por un error en la ruta elegida desde el Refugio Agostini a La pirca (se tomo el acarreo de la izquierda el que va por el costado del glacial el cual nos obligo a devolvernos por la dificultad de ascender por ahí, con la consiguiente pérdida de tiempo y desgaste físico a los 5.000 msnm, para luego tomar la ruta de los acarreos que van por la derecha)

El Pódium quedo completo, el registro guardado, de ahí para adelante el camino está abierto para el que quiera desafiar el Cerro el Plomo y decir LO LOGRÉ.

La Historia

La semana pasada se había postergado el desafío por la nevazón y se optó por realizar un último entrenamiento.

Este fin de semana, el ultimo del año, y tal como se había pronosticado hubo alta temperatura, despejado, luna llena y una procesión de andinistas en busca de las cumbres del sector.

Jaime durmió poco y alterado por la ansiedad. A las 03:00 pasa a buscar Marcelo Rojas, quien el día anterior confirma en definitiva que participaría en el desafío, para subir en vehículo al Bike Park en el centro invernal de la Parva. Este ultimo tampoco había dormido bien por una fiesta ruidosa en el vecindario.

A la llegada al Bike Park a las 4:30 am, se sorprenden de encontrar más de una docena de autos estacionados y una carpa entre medio. En eso que se alistaban y tomaban un café aparece Pablo Garrido y luego de ponerlo al corriente que hoy era el gran desafío, junto al unísono aun oscuro comenzamos la cuenta regresiva para largar exactamente a las 05.00 am.

Y así parten estos dos Corredores de los Cielos, en la oscuridad de la noche en la montaña en busca de lograr su objetivo. Jaime partió a paso sostenido seguido por Marcelo, quien llevaba linterna frontal. El ritmo fue rápido, en el Portezuelo Franciscano Jaime le grita a Marcelo, que viene más atrás – llevamos 47 minutos!. Del Portezuelo Franciscano a Cancha de Carreras, a correr. De ahí Marcelo se queda atrás y no se divisa. Al Filo del Leonera Jaime llega con una hora menos de lo programa, desciende y esta vez encuentra rápidamente la ruta de descenso hacia Federación donde se encuentra con un gran campamento de a lo menos 20 carpas. Sigue raudamente hacia la Hoya y divisa a lo lejos a Marcelo que viene bajando hacia Federación, luego se dirige al Refugio Agostini donde pararía para comer, abrigarse y pasar al baño. Marcelo que venía a escasos metros lo alcanza.

En el Refugio Agostini, donde comienza la etapa más difícil del desafío por la fuerte pendiente hacia la Pirca y se asciende sobre los 5.000 msnm, el GPS marca un tiempo de 04:19:51 (40 minutos por debajo de lo programado y siendo las casi las 9:20 de la mañana) una altura de 4.630 msnm y una distancia de 14.19 Km. Este preciso lugar había sido el punto más alto logrado en los entrenamientos previos, dado que un entrenamiento que se pretendía subir a la Pirca a 5.200 msnm no se pudo realizar.

Por una mala decisión de la ruta se toma el acarreo de la izquierda, más cercano al glacial y comienza un penosa subida en que no se avanza y varias veces se retrocede, la exigencia es tal que hay que hiperventilar a cada rato para no quedarse sin oxigeno, ambos jadeaban sin parar para tratar de suministrar el oxigeno al cuerpo que lo pedía con creces.

Marcelo se incomoda en tanto que Jaime empieza a sentir los efectos de la Puna y nota la falta de oxigeno. Al darse cuenta del error toman la decisión, después de haber perdido mucho tiempo y desgastarse innecesariamente, desviarse al acarreo de la derecha y de ahí remontar hacia la Pirca. Marcelo ahora toma la delantera, Jaime comienza a subir con evidente ritmo más lento, le había pasado la cuenta el acarreo y los síntomas de la puna se hacían cada vez más presente, tenía que resolver, así que a ritmo lento e hiperventilando ve como Marcelo se aleja. Jaime a la llegada al glacial se encuentra con varios andinistas, el glacial estaba duro así que era imprescindible el uso de crampones, el tiempo se mantenía espectacular con un sol radiante y sin viento.

Se apronta a cruzar el glacial, ajusta los crampones en las zapatillas con las amarras que había practicado (eran Crampones con fijación de palanca para sus zapatos plásticos de alta montaña y había que adecuarlos a las zapatillas) lo logra no con poca dificultad y empleando un valioso tiempo en esa tarea. Todo iba bien en el cruce del Glacial, hasta que unos de los crampones se sale del pie por la inclinación de glacial, situación que no lo había considerado y solo los había probado en terreno plano, así que tuvo que amarrarlo sobre la marcha como pudo. Igual cosa al regreso. Terminada la accidentada pasada por el Glacial, deja los crampones en el cerro (es usual que se dejen mochilas y crampones una vez que se ha cruzado el glacial para no portearlos a la cumbre y recogerlos al regreso, todo peso que se reduzca a esa altura cuenta y se agradece). Marcelo en tanto no tuvo dificultad alguna y los crampones se le ajustaron perfecta y rápidamente a sus zapatillas. Jaime camino a la cumbre se encuentra con Marcelo que viene de regreso corriendo y este le dice que llego en 07:51 y este le contesta ahora a correr a la bajada, con eso, Marcelo queda con la preocupación de no ser alcanzado y Jaime con la esperanza de alcanzarlo, pero la diferencia de tiempo ya era muy grande.

En el camino en el sector de los toboganes un hombre le grita al verlo corriendo – y ustedes que se tomaron?, Marcelo lo había pasado hace bastante rato atrás corriendo, Jaime se detiene para aprovechar un breve descanso ya que venía muy agitado y le cuenta rápidamente lo que estaban haciendo, el hombre con cierto grado de incredulidad le pregunta ¿y el equipo? este le muestra cómo anda vestido, ¿y los zapatos para la nieve con crampones? y le muestra sus zapatillas y le indica que en el interior de su pequeña mochila van los crampones y como última pregunta al darse cuenta que se alistaba a partir ¿y la comida? este le contesta, emprendiendo nuevamente el trote – papas, granitos y agua.

Mucho antes de este episodio Marcelo se encuentra con un grupo de personas que se dirigían a La Hoya del Plomo donde con Mulas habían enviado previamente sus mochilas para la ascensión al Plomo, mientras se comía un Sándwich le pregunta a una de las andinistas si le podía dar al perro que lo miraba con los ojos fijos en el pan, la mujer le contesta que no ya que el perro no era de ella y luego le pregunta ¿de dónde vienes? Marcelo le contesta del Plomo y luego pregunta ¿cuándo subiste? hoy contesta y allí entra en razón la mujer andinista y le dice tu eres de esos que suben el Plomo en el día y le pregunta si conoce a fulanita porque el marido de ella quiere romper el record de subir el Plomo, Marcelo le dice es una lástima porque el record lo voy a romper hoy.

Conforme iba bajando Jaime se sentía más oxigenado y con más energía, así que no fue tan dura la bajada como esperaba además las nubes que ya se hacían presentes no alcanzaban a enfriar y tan solo refrescaban el ambiente. En la bajada se esforzaba por recuperar tiempo perdido, sin embargo el sentido del equilibrio había sido alterado transitoriamente por los efectos de la puna y varias veces tropezó y no coordinaba del todo bien, igual sintomatología pero en menor grado había tenido Marcelo.

Marcelo llega al Bike Park corriendo entero como un triunfador y es recibido por Pamela en tanto que Jaime no llegaba, la preocupación aumentaba, finalmente llego una hora y media después de Marcelo con evidencia notoria del cansancio. Es más, llego doblado como un churro.

De acuerdo a lo programado, un grupo de TNFRC (Pamela Rubilar, Adolfo Eberlein, Jaime Peña y Patricio Pinto) harían el recorrido como preparación y con la posibilidad de encontrarse de regreso en la ruta, esta situación no se pudo lograr por el mayor tiempo empleado, cabe destacar que Pamela Rubilar y Jaime Peña llegaron al Refugio Agostini, en tanto que Adolfo Eberlein llego a La Hoya y Patricio Pinto un poco más allá de la Cascada.

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