Intento de record al Cerro Provincia

La idea era simple: queríamos subir y bajar el cerro lo más rápido posible. No estábamos buscando medallas ni cruzar una linea de meta formal para hacerlo, solo necesitábamos las ganas (y bueno, pagar la entrada al parque). Hacerlo en solitario siempre tiene sus recompensas (sobre todo a nivel más personal creo yo), pero cuando nos rodeamos de gente que va  a fondo, muchas veces somos capaces de superar nuestros límites y tener un buen día haciendo lo que más nos gusta. Lo cual era justo lo que esperábamos lograr.

Cerca de las 7:30 de la mañana estaba recogiendo a Matias y Patrick para dirigirnos hacia la entrada del cerro Provincia vía Ñilhue. Desde abajo ya veíamos como las nubes  amenazaban la cumbre y el frío  nos prometía un escenario un poco más complicado del que teníamos planificado. Afortunadamente, se necesitaba más que un poco de frío para apagar las ganas de subir que teníamos, cosa que obviamente no sucedió.

Luego de evaluar las ‘alternativas de prendas’ para realizar el ascenso lo más seguro posible, termine optando por lo de siempre: shorts, 1ra capa+camisa, corta vientos, las mal gastadas MT110, 2 geles y mi fiel botella con agua. Como no vimos a nadie más llegar a la cita; pasado las 8:30 de la mañana apretamos START en nuestros relojes (ojo que partimos desde la caseta donde se paga, es decir: desde el principio). Sin calentamiento previo ni nada, empezamos a atacar el sendero de manera agresiva pero sin darlo todo. A los pocos minutos me encontraba empujando con Moises cerro arriba para dejar a un grupo de personas rápidamente atrás. Hasta el momento me sentía bastante bien corriendo atrás de Moi, los dos tenemos un ritmo  parecido para trepar y a estas alturas, nos conocemos bien  lo que hace que me sienta muy cómodo empujando cerro arriba con él. En eso estábamos cuando sentí  que íbamos perdiendo demasiado tiempo zig-zageando, por lo cual me aventure a tomar un corte directo que me termino dejando adelante de todos y  desde ese momento lidere el ascenso al Provincia en solitario, alejándome cada vez más del grupo.

A ratos daba vuelta la cabeza y veía como Pat y Matías  habían desaparecido de mi vista mientras que Moi se había ido quedando cada vez un  poco más atrás a medida que avanzábamos. Mis piernas estaban funcionando perfecto pensaba yo. No he subido muchas veces el Provincia (de hecho esta era mi 3ra vez ‘corriendo’) y me acordaba que  la subida hasta Alto del Naranjo siempre me dejaba sin aire, lo cual no fue una excepción esta vez. Un poco antes de pasar por el famoso Quillay mi reloj marcaba 44m56s lo cual me parecía un tiempo bastante decente. Como no estaba tan familiarizado con el cerro, no tenía mayor percepción de si este era un tiempo ‘bueno bueno’ o solamente ‘bueno’. Mis piernas y mi cuerpo ya estaban a toda máquina, así que sin detenerme para nada, seguí corriendo a fondo por todo el valle suizo cronometrando 15m20 durante esta parte, lo cual me dejaba en bastante buena posición para atacar la parte final del cerro que es donde usualmente mejor me siento y más rápido soy.

Si bien había  estado imponiendo un ritmo fuerte durante  todo el recorrido, me encontraba bastante “feliz” subiendo, lo cual me tenía con buenas sensaciones de lo que podría llegar a lograr ese día. Claramente ya iba mirando mi reloj de reojo pensando en que  quizás podría alcanzar el record de ascenso al cerro, que según una hoja que anda dando vueltas, es de 1h37m obtenido en una carrera en el año 1998. Estaba en eso cuando siento que la temperatura baja abruptamente y la nieve  empieza a cubrir la huella que iba siguiendo  en cuestión de minutos. Si bien, mentalmente iba preparado para todo, la nieve no era algo que tenía en mis libros, lo cual me saco de mi estado mental “full concentración” en el que me encontraba.  Sin darme cuenta mis músculos comenzaron a enfriarse  y la visibilidad se complico también, logrando que mi animo decayera por un par de minutos.

Un poco antes de llegar al paso de rocas me pare por unos segundos a analizar la situación. Consideré la posibilidad de darme media vuelta. El escenario no se veía tan fácil y mis manos y  pies ya estaban empezando a congelarse. Finalmente mi instinto por llegar a arriba fue más fuerte y sin darme más espacio para pensarla, decidí  seguir empujando hasta que ya no pudiera avanzar un metro más.

Con el cuerpo más que frío y un par de errores de navegación llegue a la falsa cumbre lamentando que la nieve me haya hecho perder tiempo en una mañana que iba perfecta. Es increíble como los cerros pueden cambiar en cuestión de segundos. A pesar de haberlo leído/escuchado muchas veces,  hasta esa mañana no le había tomado el  peso que correspondía. No somos nada ante la fuerza de la naturaleza y con eso no se juega, sobre todo si uno no se siente del todo seguro en lo que esta haciendo. Afortunadamente yo nunca me sentí  al límite ni en peligro. Si bien tuve mucho mucho frío, por ningún momento dude de mi capacidad para salir de ahí en caso de que la situación empeorara, lo cual me tranquilizaba internamente. Sentirme en control ante la adversidad era la clave para salir ileso de ahí.

Arriba del  cerro estaba realmente duro; mucho viento, poca visibilidad y nieve cayendo fuerte, pero por supuesto habiendo llegado hasta ahí, no me iba a quedar viendo la real cumbre a tan solo un par de metros de nieve congelada. Con  la seguridad y convicción de poder lograrlo más mi ojo puesto en el reloj,  me lancé a correr por todo el filo -tapado en nieve- hasta llegar a la placa que demarcaba la verdadera cumbre del cerro. Luego de tocarla con la mano apreté el LAP de mi reloj (1h43m06s) y sin  detenerme ni un segundo, me di media vuelta para emprender mi  viaje de regreso  cerro abajo.  Con tremenda sonrisa  producto de haber hecho cumbre rápido y en esas condiciones, el sentimiento de  felicidad y excitación que sentí en ese momento es algo difícil de plasmar en palabras.

A medida que me alejaba de la cumbre la temperatura comenzaba a subir y mi animo también lo hacia. Luego de cruzarme con Moi (que venía 2do detrás mio)  alcancé a gritarle que tuviera cuidado arriba y que la situación era de cuidado, pero que siguiera empujando a fondo por que ya no le quedaba nada. Todo transcurría en cuestión de segundos. Iba 100% enfocado en el camino y en no cometer errores estúpidos. Mi misión era clara; subir era solo la mitad del trabajo, ahora tenía que bajar y tratar de hacerlo lo mejor posible hasta llegar al final.

Al rato me cruce con Pat con el cual también alcancé a cruzar un par de palabras antes de seguir con mi procesión. Finalmente salí de la ‘zona complicada’ y el  frío ya no era tan terrible, así que  junto con las palabras de apoyo que  Matías  me dio, seguí empujando  cerro abajo con una sola tarea en mi mente: “bajar bien, bajar rápido”.  Creo que aquellos que me vieron bajando ese día, fueron testigos de mi cara de concentración y determinación for getting the job done. A medida que pasaban los minutos el cansancio ya me iba alcanzando, pero mi obsesión por bajar el car-to-car de las 3hras no me daba tiempo para aflojar.  Afortunadamente todo salió bien en la bajada, así que cruzando la puerta que marcaba el final del roundtrip, mi reloj marcó las 2h38m08s que ha decir verdad nunca me espere.

Contento por el resultado general, me quedo con la sensación de que esos 6 minutos que me separaron del record actual (suponiendo que fue un recorrido similar en cuanto al inicio y al final)  podría haberlos descontados en una ‘situación más favorable’ para hacer cumbre. Estoy seguro que eso, sumado a un par  de ascensos más (es decir más experiencia en el cerro) junto con un calentamiento previo, me podrían tener alrededor de 1h35m en la punta del cerro. Ahora tendré que esperar hasta primavera para ver si tengo lo necesario para bajar la marca. Afortunadamente el cerro no se va a ir a ninguna parte y yo tampoco pretendo hacerlo. De todas formas, una de las ascensiones más mágicas que he tenido desde que estoy en esto. Tremenda mañana haciendo lo que amo y rodeado de buenos amigos. Más encima, con suculentos premios  por haber sido el más rápido de la jornada.  La vida es buena, no me puedo quejar.

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Aquí pueden revisar el recorrido:

http://app.strava.com/activities/62641622

2 Comments

  1. Peeeero que buen relato, que buenos tiempos. fue un día para el recuerdo realmente, pese a todas las “dificultades” ha sido la ascension mas entretenida de el provincia que he tenido ( son 4 nomas). Meta cumplida en el cerro a esperar primavera!!

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