A las 00:01 horas del sábado 17 de Agosto un par de locos (Momo y Beno) daremos inicio a lo que hemos denominado la “Gran Vuelta” a algunos cerros de Santiago.
Serán alrededor de 75 kilómetros en total, con un desnivel positivo de más de 5.000 metros. Gracias al apoyo de Shambha-La Chile, tendremos tres puntos de abastecimiento en todo el trayecto (kilómetros 17, 45 y 56 aproximadamente) en donde recibiremos alimento y líquidos para recargar nuestras energías y gracias al auspicio de Mammut tendremos ropa y equipo necesario para afrontar este desafío.
La idea nació después de los 100k de Patagonia Run. Luego de la carrera apareció un vacío espiritual y sobraban el tiempo y las energías, ya no era necesario entrenar con tanta meticulosidad como antes. Pocos días después surge la idea del siguiente desafío: ¿por qué no visitar las clásicas cumbres del noreste de la capital en una sola salida?
La vuelta comienza en San Carlos de Apoquindo en dirección al Cerro Manquehue, para luego seguir con la Hacienda Santa Martina, Collado Sur del Cerro Carpa, bajada por el camino hacia el Santuario de la Naturaleza, Cerro Pochoco, Cerro Alto del Naranjo, Cerro Provincia y finaliza en el mismo punto de inicio.
¿Por qué tanto esfuerzo por un par de cumbres clásicas? Para motivar, recordar que están ahí, esperando a que los subamos. Para invitar a los principiantes a conocer sus cerros, disfrutar de la naturaleza y que aprendan a convivir con su adversidad.
Correr por los cerros es aprender a vivir la vida: es necesario: tener una mirada a largo plazo (“aún me faltan 14 horas para terminar, debo ser cuidadoso”); crear estrategias (de alimentación, de hidratación, de ritmo); tener objetivos claros (“en el kilómetro 50 debo llevar 6 horas en carrera”) y metas realistas (“terminaré en menos de 12 horas”); es necesario aceptar la realidad cambiante, ser resilentes Que el entorno y el contexto que te rodean NO influyan tu desempeño: “que ninguna dificultad externa e interna a ti sean un impedimento para cumplir y terminar” y como alguien me dijo alguna vez “siempre sale el sol en algún momento de la carrera”.
El correr por los cerros entrega lecciones de vida, nos da una oportunidad única de estar con nosotros mismos, desconectados de todo lo que nos rodea, de los ruidos innecesarios que existen en nuestras vidas, es una verdadera clase sobre lo que es la vida. Después de correr por los cerros uno aprende que de verdad todo puede ser mucho más difícil, quejarse acá en plano, con comida, con luz, con calor, con compañía, es gratis, es innecesario.
Es inevitable sufrir para aprender, para darnos cuenta de lo que tenemos y de lo que realmente estamos hechos, sufriendo nos queda impregnado lo aprendido.
Estando allá arriba nos encontramos con nosotros mismos, nos encontramos con lo que realmente somos, poco a poco nos damos cuenta de qué estamos hechos y a partir de eso nos nacen las ganas de seguir querer saliendo para saber de verdad quienes somos y hacia donde vamos ó nos asustamos de nosotros mismos y no volvemos a salir, transformándonos en robots dentro de este mundo.
Queremos mostrar que no es necesario ir a otros continentes, gastar miles de dólares para sentir experiencias nuevas y distintas, para “encontrarse con uno mismo”. La felicidad y el sentido de la vida no se compran, no están lejos. Deben buscarse en lo profundo de cada uno de nosotros pero debemos darnos el espacio y el tiempo para darnos cuenta qué es lo que nos mueve y por qué y para qué estamos acá en este lugar. “No subimos montañas en busca del éxito, vamos porque es lo que nos da vida” (Alexei Bolotov).
Este desafío comienza en la selva de cemento, donde encontraremos a los típicos personajes que bocinean a los tempraneros galopantes trotadores y los “apoyan” con sus sabios consejos citadinos: “vayan a dormir”, “qué hacen despiertos locos!”, “cómprense/búsquense una vida!”; también estarán los que recién empiezan el carrete; otros durmiendo y algunos pocos trabajando.
Nosotros estaremos realizando nuestra propia aventura, entrelazando todo esto. En el cerro nos toparemos con la oscuridad, el hambre, el frío, el sueño, la soledad, la tierra, el polvo, las raíces, los animales, las nubes, la luna, el sol, la radiación, el calor, las luces de Santiago, la variabilidad de la naturaleza, las estrellas, el Universo, el todo. Pasaremos muchas horas en silencio, conociéndonos a nosotros mismos, posicionándonos en lugares y estados nuevos y distintos. Estaremos en contra de los elementos y la adversidad. Será necesario estar preparados físicamente, psicológicamente y espiritualmente para pelear contra los demonios internos, contra las dificultades que encontraremos.
Ahora es cuando para hacer, el mañana quizás nunca llegue y será demasiado tarde para poder realizar nuestros sueños.
Basta de escribir, ha llegado la hora de actuar, de sufrir, de aprender, de ir más allá de nuestros límites, de estrujarnos y pasarlo mal. Es hora de aprender a vivir.
“La vida comienza en el fin de nuestra zona de confort” Neale Donald Walsch
“Lo realmente terrible es pasar todo el resto de tu vida pensando en lo que pudiste haber hecho” Rodrigo Fica.
“Vivirán en vano los hombres, por más que lleven una existencia segura y llena de comodidades, si dejan que en sus almas muera el espíritu de aventura” W. M. Murray
“No es una montaña lo que conquistamos, sino a nosotros mismos” Sir Edmund Hillary.
“Una vida en la que el éxito no es medido con ganancia de bienes sino que en la superación de obstáculos mentales y creando experiencias con amigos”. La vida de Dan Osman.
“Que nada te asuste, salvo dejar de hacer lo que te guste” Benito Rojas.
Que excelente iniciativa los felicito por hacer cosas nuevas y creativas.
Exito con el barro y la nieve que hay acumulada sin lugar a duda eso va a incrementar el desafio.
Saludos y exito.
Que palabras más sabias y sencillas en tu post, me identifico plenamente con lo que escribistes, afortunadamente hay personas que se están dando cuenta del inmenso potencial que tenemos alla afuera y arriba, y tb en nosotros mismos, nuestra estructurada sociedad por años nos ha estado limitando, y atrofiando haciendo creer que mientras más cómodos, mejor ¡…..los momentos más plenos, felices y reales los he pasado junto a mis amigos, jugando en los cerros y senderos…volviendo sentirnos niños nuevamente…éxito y mucha buena vibra en su nueva aventura
Que les vaya la raja, Benito, cuídense.
Totalmente de acuerdo, Chile tiene un potencial gigantesco en cuanto a Trail y montaña se refiere, no hace falta ir a otro lado.
De ahí hacemos el anillo de los 160K, hay que probarlo!
Un abrazo