El dia 11 de Abril del 2012 Felipe Cancino junto a Jose Luis Troncoso decidimos intentar una de las travesías más visitadas en la zona central y específicamente la que domina la ciudad de Santiago. La Sierra de Ramón.

Después de vivir junto a este cordón montañoso por gran parte de nuestras vidas, mirando hacia sus cumbres y visitarlas en variadas oportunidades Jose Luis y yo tomamos la decisión de intentar la famosa travesía Puente Ñilhue – El Manzano en velocidad.

Ya habíamos hecho partes de la travesía desde Puente Ñilhue o San Carlos de Apoquindo hasta la cumbre del Cerro Provincia y también visitando el Cerro La Cruz y el Cerro San Ramón. Esta vez queríamos completar la travesía non stop, motivados por realizarla en un solo día aprovechando nuestras capacidades y en beneficio de nuestro entrenamiento para la temporada.

Luego de estudiar las distintas alternativas y coordinar la logística estábamos preparados para el desafío. 42k por delante, más de 3500 mts de desnivel acumulado y altas temperaturas eran algunos de los factores que debíamos tener en cuenta.

Así llegamos al puente Ñilhue a las 7:30 AM, marcamos la cumbre del provincia en 2:03 hrs. Ganando la mayor parte de la elevación total en la ruta y a un ritmo fuerte seguimos hacia nuestro próximo objetivo, Cerro El Tambor (muchas veces olvidado por estar entre medio del Cerro Provincia y el Cerro San Ramón). Desafortunadamente en esta sección bajamos más de lo necesario y seguimos un sendero que nos sacó de la ruta, haciéndonos ganar mucha elevación de vuelta para recuperar el camino. Llegamos finalmente a la cumbre del Tambor en 3:01 hrs. Ahora solo nos quedaba por delante seguir un hermoso filo que conecta estas montañas unas con otras hasta alcanzar el último gigante, el Cerro San Ramón que finalmente marcamos en 3:54 hrs. Siendo este el punto más alto en nuestro recorrido (3250 msnm). Lo siguiente era un largo descenso desde la cumbre hasta el sector de El Manzano en el Cajón del Maipo, por lo tanto, solo había que… volar!! (la especialidad de la casa).

El descenso hacia los azules baja por una larga loma perdiendo abruptamente la elevación hasta llegar a la quebrada que da nacimiento al estero El Manzano. Jose Luis empieza a tener complicaciones físicas y me dice que siga solo hasta abajo, pero le digo de vuelta que en esto andamos los dos, a si que seguimos los dos. Bajo el ritmo para esperarlo un poco y no separarnos tanto. A esta hora el calor ya se siente y el desgaste de subir tan rápido el San Ramón nos empieza a pasar la cuenta. Seguimos bajando por la veranada de Los Azules y en el momento que Jose Luis se empieza a complicar más con sus dolores, de la nada en el refugio de los Azules nos salen a ladrar unos perros seguidos de algunas personas. Nos acercamos a saludar a los arrieros que había en el lugar (que no esperábamos encontrar) y rápidamente en un abrir y cerrar de ojos ya nos habían invitado a pasar a la mesa a comer una rica cazuela de pava que estaban sirviendo. Imposible decir que no, nos sentamos con ellos y nos ponemos a conversar… ¿De dónde vienen? nos pregunta uno, le decimos que venimos del Cerro San Ramón, otro nos pregunta ¿Pasaron la noche allá? Le digo que no, que venimos de hace un rato solamente, otro nos pregunta ¿Desde dónde partieron subiendo? Jose Luis le dice Partimos esta mañana desde Puente Ñilhue, el arriero dice ¿¡En Las Condes!? Le respondemos que si y se miran entre ellos no creyendo nada de lo que les estábamos diciendo. Tomamos el celular y les mostramos las fotos de la mañana antes de partir, aquí comienzan las risas y las bromas… “ustedes están locos” nos dicen, nosotros nos miramos y les respondemos que sí. Luego de comer un poco, yo miro el cronómetro en mi reloj que sigue corriendo y le hago un gesto a Jose Luis para seguir. Sin querer ser mal agradecidos, les digo a los arrieros que nos disculpen que tenemos que seguir con nuestra aventura. Les damos las gracias, nos despedimos, llenamos agua y seguimos corriendo hacia abajo.

Jose Luis me dice que la comida lo trajo de vuelta a la vida, a si que apretamos un poco el acelerador y continuamos los últimos 10k aprox. que nos quedaban hasta abajo y final de nuestra travesía. El calor a esta hora estaba realmente insoportable y el sendero continúa paradójicamente junto al estero que nos muestra unos pozones de agua espectaculares para refrescarse. Seguimos hasta abajo pasando por la Piedra Romel (conocido sector de escalada) y luego de los últimos 4k llegamos hasta el portón azul que nos marca el fin de nuestra aventura.

Habíamos completado la travesía Puente Ñilhue – Cerro San Ramón – El Manzano en 7:16 hrs. con la satisfacción de haber terminado un día increíble corriendo en la montaña. El hecho de haber completado la travesía en velocidad por el día para nosotros es importante ya que como montañistas rompemos un poco con lo establecido y disfrutamos de la montaña de una manera diferente a cómo lo hacemos muchas otras veces en nuestras expediciones de varios días o meses.

Revisa el track de la travesía: http://www.movescount.com/moves/move4945850