Para hablar de entrenamiento neuromuscular primero debemos entender cómo funciona el sistema sensorio motriz, es decir, las distintas sensaciones y/o señales que nuestro cuerpo va produciendo al moverse en el espacio.
En nuestro organismo existen diversas estructuras, llamados receptores, capaces de reconocer estímulos diferentes y que convierten estos estímulos en una señal. Los receptores se encuentran en todo nuestro cuerpo: piel, cápsulas articulares, ligamentos, músculos, tendones, etc. Es importante nombrar al sistema visual y vestibular, los cuales nos brindan información de los objetos que se encuentran en el espacio y de la posición de nuestra cabeza en relación a la gravedad.
Todos los receptores, dependiendo de su ubicación, van a censar un estímulo, vale decir, tomarán la información y la transmitirán a nuestro cerebro. Mientras más información podamos recolectar para nuestro sistema nervioso central (SNC),éste podrá realizar de una manera más eficaz una determinada tarea.
El rol del SNC es integrar toda la información que recibieron los receptores (temperatura, presión, forma de un objeto, posición de una articulación, etc), analizar y enviar una respuesta. Dentro de las estructuras del SNC destacamos el tronco encefálico (controla equilibrio postural, movimientos estereotipados y automáticos), cerebelo (encargado de la modulación y regulación de los comandos motores), corteza (iniciación y control de movimientos voluntarios) y médula espinal (integración y conducción de los estímulos).
Ahora bien, se han preguntado por qué después de un determinado tiempo de reposo a causa de una lesión nuestro cuerpo se siente diferente; nos cuesta mantener el equilibrio, iniciar un movimiento y/o mantener la fuerza. La sumatoria de todas estas “carencias” la llamaremos “inestabilidad” o “falta de estabilidad”.
Cuando nos lesionamos, no sólo es el daño de una estructura específica, sino que todas las estructuras vecinas pueden resultar involucradas, alterando la función de todo el sistema musculoesquelético(ligamentos, huesos, músculos y tendones). Los ligamentos y tendones poseen una gran cantidad de receptores y, al ser dañadas, la información que censan no va a llegar de manera óptima a la zona de integración y procesamiento en el SNC.Adicionalmente, se puede producir edema o inflamación, lo que también podría contribuir a la alteración de la información.
La no llegada de la información va a producir una descordinación (tiempo de activación, relajación, mantención de la contracción) entre los músculos participantes al realizar un movimiento,y como consecuencia la articulación no será estable. Pero necesitamos darle una función a nuestra articulación para llevar a cabo un objetivo, por lo tanto nuestro cerebro realizará cambios en distintos sistemas, como por ejemplo en los músculos,para llevar a cabo dicha función. Esto se conoce como “compensación”, en donde otros músculos que tienen una relación más secundaria con la articulación o con la acción de un movimiento, suplirán a los encargados principales.
Después de describir a grandes rasgos, cómo llega la información y cómo se procesa, podremos entender el entrenamiento en superficies inestables.
El término neuromuscular se utiliza en diversos tópicos, pero siempre relacionado al control del sistema nervioso sobre la activación muscular en la realización de una tarea. Además de la realización de la tarea o movimiento se necesita de la “estabilidad” para llevar a cabo una acción.Algunos autores definen al control neuromuscular como: “activación inconsciente de restricciones dinámicas (musculatura) que ocurren en preparación para y en respuesta al movimiento y carga de una articulación con el propósito de mantener y restaurar la estabilidad articular”.
Esta definición nos da a entender que la estabilidad es uno de los elementos más importantes al realizar cualquier actividad. Entonces,¿cuál es la razón de realizar entrenamiento en superficies inestables?. Básicamente lo primero que se requiere para entrenar es contar con las condiciones óptimas de nuestro organismo, es decir, sin daños en nuestra articulación. A partir de este punto se comienzan a entregar estímulos de diferentes clases para ir entrenando a nuestro SNC a responder de una manera más rápida y eficaz a los cambios que se van presentando en una articulación oque nos va presentando el camino.
La exigencia en el entrenamiento de superficies inestables se va incrementando, pero se debe dominar la etapa anterior. Desde lo más básico, como mantener una postura durante un determinado tiempo, hasta estar de pie sobre un balón suizo con ojos cerrados. El pilar fundamental además de la estabilidad es la concientización de un determinado movimiento, concentrarse en la sensación que produce un movimiento, sentir los músculos que se activan y los que se relajan al realizar una tarea.
Teniendo en cuenta estos conceptos podremos lograr una respuesta más rápida de las adaptaciones que debe realizar nuestra musculatura dirigida por nuestro SNC al llevar a cabo una acción determinada, desde lo más sencillo como caminar hasta algo más complejo como correr en cerros, bajar cerro abajo en bicicleta o escalar.
Kinesiólogo Raúl Aguayo Aliaga
Kinesiología y Medicina Preventiva
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