Llegué de vuelta a Chile la última semana de Octubre después de una larga temporada de trabajo en USA y Canadá. Seis meses que postergaron mis objetivos deportivos en Chile.

Sabía que todavía me quedaban algunas oportunidades para correr en las carreras de Noviembre y Diciembre. Con Altos de Lircay y Vulcano en estos meses, pretendía darle prioridad a esas dos por la experiencia y buena recepción que han tenido en el calendario local. Cuando llegué a Santiago encontré que venían los 42k del X-trail, Carrera que me sedujo para probar las piernas y ver como andaba mi ritmo en carrera.

El 8 de Noviembre fui al X-trail y me quedé con el primer lugar de la general en una carrera rápida, con poco desnivel. Aposté a una rápida recuperación y en 6 dias después, me paraba en la línea de partida en Altos de Lircay con un gran número de corredores, lo que me llamó positivamente la atención. Era realmente una fiesta del Trail Running fuera de Santiago y en un lugar increíblemente bonito.

Había escuchado de la reputación que tienen las carreras de Latitud Sur Expeditions con fechas duras de mucho desnivel y bien técnicas. Debutaba con LSE y cada persona con la que conversaba me comentaba en base a la experiencia del año pasado, que esta era una de las más bonitas y duras de las fechas del circuito, factor que me llenaba aún más de motivación.

Noventa y dos corredores nos parabamos en la línea de partida a las 8:30 AM el Sábado para correr los 48k. Me sentía tranquilo, concentrado y muy consciente de tomarme la carrera con calma y de a poco ir poniendo el pie en el acelerador a medida que el cuerpo responda bien. Teníamos una meta volante en el KM 11 en la cumbre del Cerro Peine lo que significaba prácticamente un “kilómetro vertical” dentro de una carrera de 48k. No menor… sobretodo por el desgaste físico al comienzo de la carrera con D+ 1400 (metros de desnivel). Muchos corredores partieron por la meta volante, yo tenía claro que no era mi objetivo de carrera y tenía poco sentido quemarme con tanta carrera por delante. Llegué 4to arriba a muy pocos segundos de los dos corredores adelante mío, marqué tranquilo y me di la vuelta para enfrentar una de mis secciones favoritas de la carrera, si no, la que más disfruté por la vista y como me sentí en ese momento. Un largo descenso sobre el filo en terreno muy técnico sobre nieve y rocas escoltado por una vista espectacular a todos los volcanes y montañas de la zona. Realmente increíble la vista con un día precioso.

Inmediatamente después de la meta volante pasé a los dos corredores que tenía en frente mío y me fui a la caza del primero. Las piernas me respondieron muy bien de bajada. Llegamos al segundo punto de abastecimiento en el km 20 donde alcancé al corredor que iba primero. Comí tranquilo, me hidraté bien, junté un poco de fuerzas y salí primero hacia la siguiente sección en la bajada al Valle del Venado, que fue realmente técnica, con bajadas muy empinadas y muy sueltas. Rápido descenso hasta el lecho del río pasando por unos bosques preciosos y con mucha vegetación.

Hasta hora ya se sentía el calor del día y anticipaba lo que venía una vez que llegara abajo. Llegué al punto de abastecimiento y lo que anticipaba, se confirmaba. La persona en el punto de abastecimiento me decía que tenía que subir hasta arriba nuevamente todo lo que ya había bajado. Afortunadamente todavía me sentía muy entero y con muchas energías para enfrentar lo que quedaba de carrera. Una vez que empecé a subir me fui encontrando con todos los corredores que venían en dirección al punto de abastecimiento. Le di ánimo a cada uno de los corredores con los que me crucé porque sabía lo que significaba llegar hasta abajo para después volver a subir.

Mi cuerpo todavía respondía bien físicamente, pero venía lidiando con una herida en el talón producto de la tierra y el roce que me traía con mucho dolor. Cuándo logré llegar al punto de abastecimiento en el km 37 arriba finalmente le pedí a la gente que estaba ahí un parche para poner sobre la herida y un corredor que estaba corriendo los 20 o 30k me ofreció una cinta adhesiva. No tengo idea su nombre pero se lo agradezco infinitamente al igual que la niña del punto de abastecimiento que me ayudó a ponerme la cinta en el talón. Me salvaron! Ahora ya sentía que podía darlo todo en los últimos 11k hasta la meta, a si que salí con toda la determinación para terminar la carrera y mantener el primer lugar.

Fue muy emocionante encontrarme con todos los corredores que venían de los 20 y 30k que me animaron a seguir corriendo dándome un empuje anímico súper importante cuando más lo necesitaba. Muchas gracias a todos!

Llegué de vuelta a la meta marcando 5:51 hrs. Quedándome con el primer lugar de la general, feliz por haber participado de una carrera tan bonita y tan entretenida, y a la vez compartir con un montón de personas que hicieron de esta fecha, una muy buena carrera de Trail Running.

Felicitaciones a todos los que se atrevieron a correr Altos de Lircay en todas su distancias y cumplieron sus objetivos. A los que no pudieron, vamos con todo a seguir trabajando duro para poder hacerlo. Nos vemos en una próxima!

Agradecimiento especial a los que me apoyaron previo y durante la carrera, y a todos los que confían en mi como deportista Patagonia Chile, Julbo Chile y Recovery Chile.