The North Face Endurance Challenge Championship por Marcelo Arias

Hace mucho tiempo que tenía un sueño (desde que viví en San Francisco hace un par de años) y era correr las 50 millas del TNF Endurance Challenge California, correr en los cerros de la parte norte del Golden Gate con sus senderos, bosques y con esos paisajes maravillosos cerca del mar.

El sueño se fue materializando cuando ya creía que tenía la experiencia necesaria como para poder correrla (y correrla bien) e ir haciéndolo realidad de a poco. Tengo la fortuna de tener un amigo que vive allá, por lo que único que tenía que hacer era pagar la inscripcion (el ECSCA no requiere de un sorteo ni una postulación previa, solo inscribirse hasta que se llenen los 500 cupos disponibles) y comprar el pasaje.

EL ECSCA se corre la primera semana de diciembre, y supuestamente iba a tener tiempo para descansar después de correr los 80k del Endurance Challenge Colombia, esto me dejaba un mes y medio para recuperarme, pero dado el mal clima en Bogotá la fecha se corrió tres semanas, dejándome solo dos semanas de descanso, por lo que la planificación de la carrera cambió un poco.

Luego de haber corrido una carrera tan dura como el EC Colombia en un poco mas de 13 horas, costó mucho la recuperación, masajes, buena alimentación y bicicleta ayudaron a tratar de estar en buena forma física antes de enfrentar el sueño.

Hasta que llego el día, embarqué rumbo a San Francisco vía Dallas el miércoles en la noche, llegando el jueves en la mañana. Me junté a almorzar con mi amigo y emprendí rumbo al North Face de Corte Madera a retirar el kit de competencia, acá se produjo la primera gran diferencia con lo que solemos estar acostumbrados al sur del continente, el kit consistía solo en el numero y un par de medias de regalo, nada mas, creo que principalmente esto se da por como viven los gringos el trail, lo importante no es lo material, hay muchísimas otras cosas mas importantes detrás que las voy a ir contando a medida que vaya avanzando en el relato.

Después de retirar el kit me fui en dirección a la San Francisco Running Company, lugar de paso obligado si te gusta correr y estás en el Bay Area, un lugar pequeño pero con una mística infinita. Luego de las compras de rigor y la foto con los barbones vendedores, me fui a descansar y esperar la carrera del sábado.

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EL viernes fue demasiado largo, me picaban las patas por correr y más encima me puse a ver videos para motivarme, lo que llevo a que me pusiera muy ansioso. Puse el despertador a las 2AM, ya que tenia que estar 3:30 en el estacionamiento del Golden Gate Ferry Terminal en donde nos pasaría a buscar el bus de acercamiento de la organización. Ya no tenia uñas y pensaba todo el tiempo en si me había olvidado algo en la casa (suele pasarme, se me queda el reloj, los geles, las piernas, jajaja).

Llegamos a Fort Barry, en el Golden Gate National Recreation Area (justo cruzando el Golden Gate hacia el norte), lugar de largada y llegada de la carrera y en donde estaba el área para corredores con las carpas de los auspiciadores, etc. Fui a la carpa de la organización para dejar la bolsa para la carrera (en mi caso un ziploc grande con geles, barras, calcetines y otra polera), que me iba a estar esperando en Cardiac (km37) y me fui a la carpa de Clif a tomar desayuno, sentarme y relajarme un poco escuchando música antes de la largada. La carrera empezaba a las 5AM, asique a las 4:30 enfilé hacia el sector del arco para calentar un poco, justo vi a Tofol Castanyer que estaba calentando por lo que me le pegué, e hicimos unos trotes cuesta arriba que venían bien dado el frío que hacía. Después de la fotito de rigor, nos fuimos al sector del ingreso al arco de salida.

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El ECSCA tiene un orden de salida por Olas o “Waves” de la 1 a la 4, uno puede mandar sus marcas y tiempos y accede a salir antes o después, en mi caso mande el link de mi pagina de ITRA, y por sorpresa me catalogaron como Elite C (los A son los invitados, los B los rápidos, los C los que nos hemos pegado algún que otro rajazo alguna vez, jajaja) así que salí en la Wave 1 con los de verdad.

Me faltó alguien para que me pellizque, Tofol, Dakota Jones, Sage Canaday, Rob Krar, Mike Foote, Jorge Maravilla, Tim Olson, Zach Miller, Mike Wardian, Chris Vargo y una larga lista. Estaba al lado, hablaban, se cagaban de la risa (quizás de mi, jajaja) y ahí me di cuenta donde estaba realmente, rodeado de monstruos, y lo mas importante, ya no estaba ansioso, estaba feliz.

Largó la carrera, las máquinas arrancaron rápido y me quede en un pelotón a buen ritmo con algunos corredores que teníamos el mismo pace, ahí es cuando me di cuenta de la segunda gran diferencia con nosotros. Los gringos corren sin nada, polerita sin mangas, botella de mano y sería (incluso vi un par sin polera). Los elite ya sabemos que corren así, porque en los abastecimientos tienen un pelotón de asistentes, pero el corredor normal también lo hace. Debo haber sido la persona que iba mas pesado, mochila de hidratación, cortaviento, primera capa. Principalmente por costumbre, pero a lo largo del trayecto te das cuenta que es completamente innecesario.

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Marcelo comenzando la carrera

La carrera comienza con un loop doble a un sector con un sendero muy rápido y ancho (era un solo loop, pero la caída de un puente en una parte del recorrido obligo a la organización a hacer modificaciones). Esta parte era de noche completamente y tenía dos subidas pronunciadas pero muy corribles (subir y bajar dos san Cristóbal desde pedro de Valdivia a la virgen) y tenia una longitud de 18km aproximadamente, pasabas por el mismo abastecimiento dos veces, en donde ya notabas la tercera diferencia con lo nuestro, ésta es un poco más notoria. Es impresionante la cantidad de voluntarios ayudando, apoyando, atentos a saber que necesitas y animándote a seguir, de verdad que uno como corredor se siente muy acompañado y resguardado.

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Despues del doble loop, emprendes en camino norte en dirección a Tennessee Valley por senderos parecidos a los del doble loop, anchos y rápidos, con pequeños desniveles y falsos planos que te van comiendo piernas sin darte cuenta. Llegando a este abastecimiento ya empezó a amanecer, horario perfecto para enfilar hacia el oeste en dirección a Muir Beach, y poder ver el paisaje costero. Una verdadera maravilla, increíble.

Me pegué a Sally McRae, atleta del team Nike y que conocía de los videos de The Ginger Runner y anduvimos a muy buen ritmo. Este tramo es por senderos mucho mas angostos y con desniveles en zigzag, primero positivos y luego negativos (incluso con escaleras) hasta llegar cerca de la playa y el abastecimiento 4. En este punto me di cuenta que había comido muy poco, intente alimentarme con un par de barras Clif pero no pude, me demoré mucho y me pasaron varios corredores, no había caso, no pasaban las barras asique corte por lo sano y empecé a comer frutas que fue mi combustible por el resto de la carrera (con geles y sales cada una hora). Ya iba en el Km 28 y el cronometro marcaba 2:35, estaba yendo rápido y me sentía bien.

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En dirección a Muir Beach

El problema comenzó desde el abastecimiento de Muir Beach (km28) hasta Cardiac (km37), creo que fue el peor momento de mi carrera, empezó una subida pronunciada por senderos llenos de barro que me hicieron acordar el suplicio del EC Colombia. Mis piernas no me respondían, no querían subir. La subida fue lenta, eterna y perdí mucho tiempo, pese a que intentaba no despegarme del buen grupo de corredores que se formó ahí, pudimos alcanzar el PC de Cardiac donde estaba el Oasis que me salvó la carrera.

Debo haber llegado blanco como un papel porque el Jefe del PC se preocupó mucho de mí, me fue a buscar mi bolsa y me ofreció electrolitos y comida (El tipo era un inmigrante hindú asi que imagínate lo que pudo haber sido esa conversación, jajaja). Me senté y descansé un rato mientras conversaba con un par de corredores mas que tampoco tenían buen semblante. Me saqué la primera capa y me cambié calcetines y polera y mágicamente sobreviví. Es increíble como puedes llegar a estar prácticamente destruido, acabado y un cambio mental tan básico como cambiarte la polera y estar mas fresco, te da vuelta en 180°. A partir de ese momento fue otra carrera (el mítico Bushido de Scott Jurek apareció). Mis piernas habían vuelto, salí de Cardiac con 37km de carrera y 4horas en el cronometro y empezaba una subida de unos 5km que la hice a muy buen ritmo, por un sendero dentro de un bosque espectacular en dirección a Stinson Beach y donde sería el punto de retorno.

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En dirección a Stinson Beach

Saliendo del bosque empezaba un sendero muy angosto de ida y vuelta. Este sector se hizo muy lento ya que lo mas rápidos ya habían empezado su retorno desde Stinson Beach y la orden de la organización era que la preferencia la tenían los que venían de vuelta, obviamente. El sendero finalizaba en la carretera que te lleva a Stinson Beach propiamente tal asique hubo un sector de aproximadamente 1km de cemento hasta llegar al abastecimiento en donde debíamos emprender la vuelta. Llegué a ese abastecimiento en el km44 en 4h:50 e iba en la posición 177.

Había que emprender el retorno. Primero por el km en cemento y luego por el sendero angosto de ida y de vuelta en donde te deberían dejar pasar (no muchos lo hacían, creo que el cansancio te nubla un poco), para luego bajar por un sendero muy técnico y rápido en donde tomamos muy buen ritmo hasta llegar a la parte que a mi entender es la mas linda de la carrera.

Una subida por un sendero llamado Dipsea Trail en el que vas por un bosque rodeado de arboles gigantes y que recorre la ladera de un rio con cascadas majestuosas. Belleza Pura. Después de este sendero, llegas nuevamente a Cardiac en donde paso rápido y el jefe de PC me grita “Chileeee, way to go”. Debo haber escuchado “Way to go” unas 200 veces (no significa “te falta mucho”, jajaja, sino que “vas bien”). Es increíble el ambiente en los PC, una verdadera fiesta, música, mucha gente y controladores de tiempo con mascaras de unicornio.

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Después de Cardiac vuelves a tomar el sendero que te lleva a Muir Beach, pero ya de bajada por lo que aproveche de correr mucho y a muy buen ritmo, pasando muchos corredores. Llegué a este PC un poco cansado, llevaba 63 km y 7:30 de carrera.

El tramo final lo hice ya sin muchas energías, tomas un nuevo sendero muy ancho en donde te mezclas con los corredores de 50k y 42k, y en donde te esperan las últimas dos subidas de la carrera. Sinceramente ya no quería subir más, el EC Colombia había aplastado la parte del cerebro que te hace subir, asi que mi estrategia cambio a partir de ese momento. Piernas me quedaban y me sentía bien, cansado, pero bien. Lo que no me funcionaba era la cabeza, tenía ganas de correr, no de subir. La nueva estrategia fue subir lento, conversar, pasarlo bien, mirar el paisaje (incluso en la parte más alta se puede ver el Golden Gate Bridge) y echar la talla con los otros corredores de 50 millas (que estaban tan destruidos como yo).

Me hice “amigo” de dos corredores mas y empezamos a utilizar la técnica que utilizan casi todos los grandes corredores, utilizar la fortaleza del otro y que el otro utilice tu fortaleza. Asique en las subidas los que tiraban eran ellos y yo los seguía, y en las bajadas el que le metía era yo y ellos me seguían. Este tramo se nos hizo corto, pasamos un par de PC mas en donde casi no paramos, solo un poco de agua en la cabeza y escuchar el ánimo de los voluntarios que gritaban “looking strong” y el clásico “way to go”.

Finalmente volvimos al sendero de los dos primeros loops iniciales que ya lo conocíamos e hicimos esos últimos 4/5km en un promedio de 4:30 el km por lo que recortamos algunos minutos de tiempo, para llegar prácticamente juntos a la meta.

Pasé el arco de llegada y me estaban esperando con la medalla. También me dijeron que podía retirar mi camiseta de finisher y mi cerveza en una carpa que estaba ahí al lado (fui corriendo a buscar esa bendita chela, jajaja).

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Con The Ginger Runner y la chela en la meta

Al día siguiente regrese a buscar la bolsa que había dejado en Cardiac y que me salvó la carrera. También aproveche de darle ánimo a los corredores de 21k y 10k que corrían ese día y devolver un poco la mano por todo lo que habían hecho los voluntarios por mi el día anterior.

Mi tiempo fue de 9:32 para los 81,6k y 3.000m de d+, pero poco me importaba, creo que nunca había estado más feliz en mi vida. Había cumplido un sueño, corrí las 50 millas de ECSCA.

WAY TO GO

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